El agua en la CDMX es lo suficientemente limpia?



El arquitecto Elías Cattan, presidente de la firma arquitectónica Taller 13, desarrolló un proyecto para tratar de responder a esta pregunta.
Con la inquietud de desarrollar un método de limpieza acuífera para la capital del país, Cattan y su equipo comenzó a cuantificar la calidad del agua en la región.
Para lograrlo, se dirigió a los canales de Xochimilco y recolectó muestras de sus aguas con los restos de alcohol, comida chatarra y residuos de las fiestas portátiles que suceden a diario.
Después de recuperar algunas muestras del agua, Cattan encontró pequeñas partículas que se retuercen entre el líquido fangoso, restos de algas color neón y pedazos de basura. Sorprendentemente este sitio no fue el único que mostró muestras con estas características: otra docena de lugares de la zona metropolitana también contaban con aspectos muy similares. En total, unas 15 mil muestras de toda la ciudad.
Para Cattan, El sistema acuífero de la Ciudad de México va en contra de su propio funcionamiento en esencia. La ciudad se está deshidratando a sí misma. Estamos mezclando nuestra agua con desperdicios tóxicos y luego bombeándolos a través de una red compleja de pipas. Y sucede algo similar como cuando el ser humano está deshidratado, la Ciudad de México tiene diarrea.
El mal uso del agua comenzó con la llegada de los españoles: Los primeros colonos llegaron de climas áridos, por lo que no sabían qué hacer con el agua. Y en vez de vivir con ella, decidieron conquistarla. El resultado fueron más de 500 años de aniquilación del agua: el desarrollo de un sistema acuífero en el que no sólo se desaprovechaba el agua, también se contaminaba con los deshechos y la suciedad de la población.
De acuerdo con su investigación, cerca de 1/4 del agua disponible se escapa por las fallas de pipas provocando escasez de este recurso natural en regiones rurales; por ejemplo, en las zonas más marginalizadas llega a suceder que no hay agua durante un mes y cuando la hay, tiene tintes verdosos y olores desagradables.
Cattan afirma que la CDMX no tiene que continuar viviendo esta realidad: pese a la devaluadora corrupción que habita en la capital mexicana, existen numerosas formas de enfrentar esta crisis de agua. Y todo comienza por la toma de consciencia de los habitantes mediante la educación y campañas ambientales. El objetivo es que una vez que las personas estén conscientes de la importancia de sus acciones diarias en el agua que beben, promover una declaración del agua ante el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, para llevar a cabo una renovación de la administración acuífera del país. Para Cattan, el daño hecho es aún reversible.

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